miércoles, 19 de enero de 2011

"Secreto en la montaña"



POR MARCO PEREZ. Presenta la historia de amor de dos vaqueros, símbolo de la virilidad en los Estados Unidos

Con varios reconocimientos en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2005, en la entrega de los Globos de Oro y ser una de las favoritas en los premios Oscares de la Academia de Artes Cinematográficas en los Estados Unidos, la cinta Secreto en la Montaña (Brokeback Montain, EU, 2005) de Ang Lee, quien saltó a la fama por El Tigre y el Dragón (Crouching Tigre, Hidden Dragon, China, 2000) es un estreno cinematográfico permanente.

La historia se desarrolla entre los años sesenta y setentas, sus protagonistas Ennis del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist (Jake Gyllenhaal) se conocen mientras esperan ser contratados por el ranchero Joe Aguirre (Randy Quaid) en el poblado Signal, Wyoming, en el verano de 1963, sus planes de vidas no van más allá de tener un trabajo, casarse y formar una familia, estos jóvenes parecen estar seguros del lugar que les corresponde en el mundo, sin embargo añoran algo más allá de lo que pueden expresar.

Cuando Aguirre les envía a trabajar como conductores de ganado en la majestuosa montaña Brokeback, entre ambos surge un sentimiento de camaradería que deriva hacia una relación íntima. Al concluir el verano, los dos tienen que abandonar Brokeback y seguir caminos diferentes. Ennis del Mar permanece en Wyoming y se casa con Alma (Michelle Williams), el amor de su vida, con quien tiene dos hijas: Alma Junior y Jenny. Entre tanto, Jack se marcha a Texas, donde conoce a Lureen Newsome (Anne Hathaway) y decide casarse teniendo un hijo Bobby. Tras cuatro años de distancia, la vida los vuelve a reunir a Ennis de Mar y Jack. Esta no es la primera vez que Ang Lee, toca el tema de la homosexualidad y las dificultades que conlleva una relación amorosa entre dos hombres en su filmografía, El Banquete de Bodas (The Wedding Banquet, Taiwán, 1993) nominada como mejor película extranjera a los premios Óscar, nos narra la vida del joven empresario WaiTung (Winston Chao) vive su sueño americano en Manhatan, sus padres en Taiwán permanecen impacientes esperando que su hijo se case y les dé nietos. Por eso, continuamente le mandan fotografías de hermosas mujeres tailandesas.

Pero él tiene otra idea en mente y aunque sus padres lo ignoran, las mujeres no son precisamente su mayor ilusión. Ante sus apáticas excusas, sus progenitores deciden viajar a Nueva York para arreglar la vida de su hijo. Ante semejante peligro, Wai Tung y su amigo americano Simon (Michell Lichenstein), idean lo que parece ser un plan brillante; realizar una boda ficticia con la ayuda de una bella joven oriental que vive ilegalmente en el país. La idea parecía perfecta, pero ¿imaginémonos una boda en la que todos quieren besar a la novia, a excepción del novio? Unos años anteriores a esta cinta en nuestro país el director Jaime Humberto Hermosillo nos había brindado Doña Herlinda y su hijo (México, 1984) la historia narra la vida de Rodolfo, un médico de clase acomodada, vive una relación amorosa con un joven estudiante de música, Ramón. La madre de Rodolfo, doña Herlinda trata de casarlo con Olga, una muchacha de su condición social y al mismo tiempo alienta a Ramón para que vaya a vivir con ellos.

El curioso triángulo amoroso queda legalizado cuando Ramón, ya vive con Olga y Rodolfo, acepta ser el padrino del hijo de ambos. Secreto en la Montaña (Brokeback Montain) como en sus anteriores trabajos The Hulk (The Hule, EU, 2003), Sensatez y Sentimientos (Sense and Sensibility, Inglaterra, 1995) Ang Lee, decide mostrarnos la parte interior de sus personajes, a su vez rompe con el estereotipo gay que en la mayoría de la veces el cine ha abordado al presentar la historia de amor de dos vaqueros, símbolo de la virilidad en los Estados Unidos y retratarlo con dignidad poco usual. Los planos-secuencias de la cinta nos remiten a considerar de las influencias la obra de Andrei Tarkovsky en su cinta El Espejo (The mirror, URSS, 1975) en este filme de Ang Lee.

Durante los casi veinte años que nos transcurren en la trama hay que realizar su lectura desde su época y no una mirada desde el siglo XXI, en 1963 para quienes no podían romper los mandatos culturales establecidos el sacerdocio o el matrimonio heterosexual eran las únicas salidas para no ser descubierto desde una sexualidad disidente, ahora vemos a través de los medios de comunicación como en algunos países la agenda de los derechos humanos de los gays han avanzado.

Tan sólo basta recordar las redadas policíacas contra la clientela del boliche New York en Stonewall en 1969, la resistencia a estos atropellamientos dio como origen las Marchas del Orgullo Gay en todo el mundo. Secreto en la Montaña (Brokeback Montain) no pretende mostrar más allá de la historia de sus personajes, cuantas mujeres en Colima no hay descubierto la doble vida sexual de sus novios o maridos y deciden por la educación judeo-cristiana que recibieron continuar una relación para salvar al otro del pecado o el último caso con amor y cariño se le pasara como si se tratara de una simple gripe.

Hay quienes tratan de ligar a Secreto en la Montaña (Brokeback Montain) con las demandas de las minorías sexuales al poner en crisis el concepto de familia solo bastaría conocer las estadísticas sobre las familias en el mundo y descubríamos que el porcentaje de familias tradicionales como poco a poco ha ido cambiando, en algunos países es la madre quien está a cargo de manutención con doble o triple jornada laboral, a su vez existen matrimonios heterosexuales que no desean tener hijos y a su vez hay familias de homosexuales hombres y mujeres que son invisibilizados en estas estadísticas por la homofobia que impera en las políticas públicas en algunos países.

Por algo Ang Lee en una entrega de los premios Óscar al ser reconocido como mejor director prefirió no emitir ningún mensaje en relación a este tema. Pero en algo coinciden Secreto en la Montaña (Brokeback Montain) y Priscila, la Reina del Desierto (The Adventures of Priscila Queen of the Desert, Australia, 1994) de Stephan Elliott en relación a la homofobia, estas actitudes de intolerancia en los poblados rurales llega a expresarse no sólo con palabras, sino hasta anulando los derechos humanos llegando al asesinato como ocurren en la primera cinta: el intento de violación y homicidio en el segundo filme en el personaje interpretado por Guy Pearce, el más joven de travestís cuando decide acudir a una reunión de hombres con una fogata al centro y con cerveza como único enlace para comunicarse entre ellos.

No hay que olvidar también que el poblado de Wyoming fue el escenario de uno de los crímenes de odio por homofobia que en el 6 de octubre 1998 sacudió a todo los Estados Unidos de Norteamérica perpetrado por Aaron MacKinney y Russell A, Henderson al agredir brutalmente a sangre fría Matthew Shepard y dejarlo colgado entre la cerca de alambre de púas como si fuera un espantapájaros para que se muriera ante las altas temperaturas de la época, mientras que los responsables se llevaban todas sus pertenencias, después de dieciocho horas fuera internado en el Hospital de la comunidad al ser reconocido por dos motociclistas, durante varios días estuvo en estado de coma dejando de existir el 12 de octubre de 1998.

Este lamentable hecho se puede conocer alquilando la cinta Proyecto de un crimen (Proyecto Laramie, EU, 2002), de Moisés Kaufman basada en una investigación teatral sobre el suceso. Secreto en la Montaña (Brokeback Montain) es una buena cinta, bien filmada que cuenta con las excelentes actuaciones de esta nueva generación de actores que Hollywood viene impulsando para renovar su staff de actores, como lo hicieron anteriormente Tom Cruise, Jodie Foster, etc. Además es una gran oportunidad de conocer el trabajo fotográfico del mexicano Rodrigo Prieto, que está al servicio de la historia brindándonos una excelente gama de colores a través de su lente.

Valdría la pena preguntar ¿Me parece normal ver a una pareja de mi mismo sexo besándose en una película como en Secreto en la Montaña (Brokeback Montain)? Sí la respuesta es negativa es que aún tenemos prejuicios y la mejor manera de combatirlos es con información.

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