jueves, 23 de mayo de 2013

Ingredientes para la homofobia


POR DAVID LUCERO. jodalum@hotmail.es Fragmentos de mi libro “La constante lucha contra la homofobia”: Los políticos, los dirigentes religiosos y los padres conservadores que dicen ser un buen ejemplo, no pueden faltar en una sociedad donde la Homosexualidad es vista como el mayor de los pecados.

Los derechos humanos defienden a los criminales, los pastores y sacerdotes dan el perdón a los adúlteros, a los violadores y a los ladrones y ¿Porque la sociedad condena a los homosexuales? Una sociedad que siempre está pendiente de los defectos del prójimo y no en sus propias tempestades.

Porque siempre ha sido condenado el acto de amar a los hombres o a las mujeres, siendo ese amor dado por otro hombre o por otra mujer. Siempre he creído en el amor verdadero de los hombres y siempre he creído en el amor verdadero de las mujeres, por supuesto que si clasificamos los diferentes tipos de amores sabemos que hay amores familiares, de sangre, de amigos, de parejas, amores para nuestras mascotas, para nuestras cosas materiales y el amor de personas del mismo sexo.

Si los políticos fueran más humanos, si los dirigentes religiosos fuesen más razonables y si los padres de familia fueran más realistas viviéramos en una sociedad más igualitaria, las fortalezas de los homosexuales fueran desarrolladas al máximo y el crecimiento en conjunto seria notable, pero recordemos que nuestra sociedad restringe la creatividad de los diferentes, pero ¿porque diferentes…? Acaso ser homosexual nos hace diferentes, donde esta nuestra carta magna, donde esta nuestra lista de derechos, donde está el acta de nuestros acuerdos de paz, acaso somos seres que estamos invadiendo este planeta, en realidad fuimos un error de Dios o simplemente nos salimos del cauce de la vida recta, de la vida perfecta, estoy seguro que marcamos un margen de diferencia con el simple hecho de no ser como los “Normales” de este mundo, donde reinan las caretas, donde el fingir y la hipocresía suele ser el pan nuestro de cada día, donde sobre vive el más labioso y el más falso.

La homofobia solo terminara cuando todos nos demos cuenta que somos hijos de un mismo Dios y que solo él nos puede condenar por nuestras acciones de corazón y no por nuestra apariencia.

Dijo P. Matlovich 1,988 “Cuando estuve en el ejército, me dieron una medalla de honor por haber matado a cinco hombres, pero tiempo después me dieron la destitución de mi cargo por amar a un hombre.” Entonces digo yo, acaso la felicidad de nosotros los homosexuales depende de la satisfacción de una sociedad guatemalteca que solo busca ver el bienestar político, la falsedad religiosa o la apariencia pulcra de una familia ficticia….




Compañeros de la comunidad homosexual los invito a luchar por nuestra felicidad pues recordemos que nuestro bienestar y nuestra felicidad solo dependen de nuestra actitud y de nuestra forma de ver el mundo….

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