- Me gustan los de sonrisa amable y manos delicadas que no cayeron en la trampa de “los hombres son rudos y formales”
- Me gustan los que son guapos accidentalmente, sin buscarlo ni desearlo. Despeinados, mal vestidos… deslumbrantes.
- Me gustan los guapos por perseverancia, por trabajo duro, con peinados de una hora y rasurados perfectos.
- Me gustan los elegantes con olor a madera, con voces rompe tímpanos, ropa antiarrugas y vocabulario impecable.
- Me gustan los jovencitos despreocupados, que caminan dispersos, te miran, comen y sonríen.
- Me gustan los hogareños, los que duermen los sábados, huyen de los antros y aman el café.
- Me gustan los que se saben atractivos, les gusta ser mirados desde lejos, pero se cohíben cuando los miras a los ojos.
- Me gustan los que maduraron agradablemente, sin los sabores amargos de la inexperiencia.
- Me gustan los varoniles que se muestran insensibles, pero que lloran cuando en privado, como a un arpa, les tocas las cuerdas en la secuencia adecuada.
Si te preguntas cuál de estos eres tú… Seguro que tienes un poco de todos.
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